viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo 464. "Santa Colomaitis"



Sonando: I AM THE WALRUS (The Beatles)


El próximo 30 de Agosto comienza el mundial de baloncesto que se disputa en España, y ahora es preguntareis: "¿que hace este indocumentado hablando de baloncesto?", pues muy fácil, resulta que hace 28 años también se disputó un mundial en España, y pasó algo que parece ciencia ficción, pero pasó, palabra.

Era un Sábado, yo estaba en casa estudiando duro y haciendo los deberes (mi tónica habitual de los Jueves de Julio en aquella época), llegó mi abuelo de la calle, muy apurado, y nos dijo que nos fueramos con el... ¡al mercadillo!. ¿Por qué coger a unos niños un Sábado y arrastrarlos al mercadillo?, pues no lo supimos hasta que llegamos a la Calle Massanet, al principio en su confluencia con Doctor Pagés. En aquella calle empezaba el mercadillo, pero no nos hizo falta entrar para ver lo que mi abuelo queria que viéramos, allá al final de la calle, entre la marabunta de gente, destacaban unas torres, una especie de gigantes..., unos señores enormes... .

Nos acercamos claro, si no recuerdo mal, el primero que vi era un tipo muy alto, rubio, pelo pincho y un bigotillo, ese tipo era ni más ni menos que Rimas Kurtinaitis. Yo lo conocia, lo había visto por la tele y, a traves de la pantalla, no era de los más altos de su equipo por lo que pensé "si este que es el normal es una especie de gigante, ¿como serán los otros?", no tuve que esperar mucho para descubrirlo.
Por allí andaban toda una serie de moles enormes, paseando entre los puestos, de entre el grupo de gigantes destacaban dos: un joven de 22 años llamado Arvidas Sabonis y una especie de bestia parda bigotuda como una morsa llamada Vladimir Tachenko. No exagero, yo tenia 10 años, cuando me acerqué a ellos mi cabeza estaba a la altura de sus rodillas.
Para mi historia de cosas subrealistas quedará el momento épico en que una gitana intentó vender un pack de bragas a 20 duros a Tachenko que estaba alucinando casi al mismo nivel que los que estábamos allí.

No puedo expresar más que un profundo respeto y admiración al tipo que, estando la selección nacional de la Unión Soviética entrenando en Santa Coloma o alrededores (no se si estaban en el Pabellón de la Penya o en el de Santa Coloma), les dijo, "¡eh!, "tengo una gran idea, os voy a llevar a un mercadillo!".
Es una pena que aquel día no existieran los moviles para poder hacernos un selfie con Sabonis, Tachenko y Kurtinaitis (había más jugadores pero solo conocia a esos), también es verdad que, de haber existido, es posible que aquello se hubiera llenado de gente y los soviéticos hubieran huido... .
En el fondo (que es precisamente donde estaba el mercadillo), me da igual, no tengo foto pero a mi nadie me quita el recuerdo del día en que una gitana intentó venderle unas bragas a Tachenko.

Puro_Trap. Infancia traumática.