viernes, 21 de julio de 2023

Capítulo 585. "Londres 0: El Vuelo"




Sonando: LONDON LOVES (Blur)


Desde que Axel vino al mundo, e incluso antes, una de las discusiones recurrentes era donde iría de viaje con nosotros por primera vez. Siempre habíamos dicho que debería ser un destino que ya conociéramos aunque luego se nos planteaba la dificultad de que ninguno de los sitios que conocemos parecía muy preparado para un bebé, en realidad no hay sitio en el mundo que lo esté. 

Bueno aclaremos que este niño ya ha viajado, aunque siempre dentro del territorio españññol, ha ido a Madrid, Jaen, Cadiz, La Escala..., todos estos viajes en tren o coche, pero el primer viaje gordo, el de coger avión e irse al extranjero faltaba. 

Al final el destino no lo decidió ni Maite, ni yo, lo decidieron Blur. 

Hace unos meses Blur hicieron una pequeña zorrada, anunciaron un concierto en Wembley después de cerca de 8 años sin reunirse, sonaba a "vamos a hacer un único concierto de reunión" y me lancé a por una entrada dado que Blur es uno de los pocos grupos que se me resistía (están por ahí también los Foo Fighters para los que he tenido entradas en 2 ocasiones y las 2 han cancelado el concierto). A los pocos días anunciaban un segundo concierto en Wembley, bueno -pensé-, han agotado el primero y hacen un segundo. 1 o 2 dias después anunciaron que tocaban en el primavera en Barcelona y Madrid, y siguieron anunciando conciertos, vamos que al final creo que tocan hasta en las fiestas de Santako. De todas maneras no me arrepentí de comprar la entrada para Wembley a pesar del pastón que iba a suponer, primero por el escenario mítico del concierto y segundo porque nos daba la excusa perfecta para sacar al pequeño Panther del pais, iríamos a Londres.

¿Donde me lleva esta gente?

Londres es el destino foraneo en el que hemos estado más veces por lo tanto el tema de conocimiento era perfecto..., el tema llevar un niño de casi 2 años era lo que planteaba dudas.

Como es costumbre en nuestros viajes, empezamos madrugando. Antes de las 4 de la mañana ya estábamos en pie,  el objetivo era que Axel no se despertará y conseguir que fuera dormido hasta el aeropuerto. Para ello se habia ido a dormir con la ropa del viaje que podía pasar por un pijama con lo que no teníamos que cambiarle. Plan infalible. Nos despertamos,  preparamos todo, y cuando saliamos lo traspasamos de la cuna al carro con una mezcla perfecta de delicadeza y velocidad. El plan funcionó a la perfección y Axel aguanto dormido hasta el Aeropuerto..., siempre que llamemos aerupuerto al rellando de casa. Efectivamente mientras llamábamos al ascensor abrió los ojos y no los volvió a cerrar hasta varias horas después. 

En el trayecto al Aeropuerto, aprovechando que Axel estaba despierto y tranquilo, hicimos un poco de turismo conociendo caminos alternativos y diferentes accesos a parkings random que nada tenian que ver con el nuestro. 

Cuando llegamos directamente fuimos al primer momento crítico del viaje, el control de seguridad. En teoria cuando llevas un bebé puedes entrar diferentes elementos por los que un adulto sería rapidamente apresado y debidamente encarcelado, aun así, yo no las tenía todas conmigo. Cuando estábamos en el control directamente nos desviaron a otro control diferente para niños y personas con movilidad reducida. 

A todo esto Axel estaba completamente despierto y bastante tranquilo, o mejor dicho, flipando en colores, su cerebro todavía no había procesado lo que estaba pasando ni mucho menos donde se encontraba. 

El control fue bastante rápido y es cierto que pudimos pasar todos los elementos sin problema, solo apartaron un biberón para analizarlo (no se que analizaron pero el analisis duró 5 segundos) y ya está, el resto, garrafas enteras de liquidos varios, tarros de todo tipo, tijeras, cuchillos, armas cortas, balas de diferente calibre, etc..., pasaron sin problema con la excusa "es del niño".

A estas alturas hay que explicar que, ante la confusión, Axel actúa como lo hacen en Jurassic Park ante el Tiranosaurus Rex, se queda muy quieto. El caso es que una vez pasado el control de seguridad la confusión se le estaba empezando a pasar, seguía sin saber donde estaba, pero estaba ya muy despierto y con pocas ganas de estar en el carro. Fuimos hacia la terminal que tocaba y nos quedamos cerca de un Pans & Company con las luces apagadas aunque con gente dentro. Queriamos hacer un poco de desayuno previo. Vimos que había una pareja que pedía algo y se lo servian por lo que al rato nos acercamos pero nos dijeron que habrían en 10 minutos ¿?. 

Mientras esperábamos Axel empezó a hacer lo que mejor se le da: ser simpático con desconocidos. Enseguida hizo migas con unas chicas que teniamos al lado desplegando todos sus monerias. Los 10 minutos se estaban alargando y antes de que Axel empezara a ponerse pesado me lo llevé un rato a recorrer las estancias semivacias de la terminal. Evidentemente al apróximarse a los enormes ventanales y ver aquellos artefactos enormes con alas rodeados de camiones con formas extrañas flipó en colores, no olvidemos que actualmente Axel ya alucina al ver pasar un autobus de linea cutre de Sabadell. 

Volví con el para ver si habían pasado ya esos 10 minutos y, efectivamente, me encontré a Maite haciendo cola, desayunamos y acto seguido nos fuimos a la puerta que tocaba que ya había sido anunciada. 

¿Que es este sitio?
Una cosa que se aprende cuando vas con bebé es que el niño es una especie de pase VIP en determinados lugares. Volábamos en Brittish Airlines y estos separaban el acceso de los pasajeros en grupo, había una cola para el grupo 1, otra para los grupos 2-3 y al resto de grupos los irian llamando cuando les tocara. No recuerdo el grupo que teniamos nosotros, igual el 441, el caso es que mientras se formaban las colas nos hicimos un poco los locos y nos acercamos a la azafata a preguntar si teniamos que embarcar de alguna manera especial por ir con carrito, la chica nos dijo que teniamos prioridad e inmediatamente, sin que hubiera comenzado a embarcar nadie, nos revisó las tarjetas de embarque y nos acompañó a la puerta del avión. Muy amablemente además nos estuvo comentando sobre los problemas de movilidad que se tienen con un carro en Londres, algo que ya teniamos asumido y que comprobaríamos en unas horas... . 

Subimos al avión, se acercaba el momento crítico, mantener a Axel 2 horas en un asiento. Teníamos los asientos del centro y pasillo, afortunadamente el de ventanilla no estaba ocupado con lo que rapidamente nos lo apropiamos lo que fue de gran ayuda durante los instantes previos al despegue para que Axel volviera a flipar un rato con todo tipo de vehículos inverosímiles que había en la pista. Para llevar a Axel teniamos que llevar un cinturón, que se ataba al cinturón, un artefacto curioso. 

Contemplando vehículos de fantasia
Por fin el avión comienza a moverse. Habíamos leido que para el despegue era conveniente que el niño llevará unos cascos para protegerse del ruido o como mínimo que fuera succionando algo. La parte de la succión era fácil, le íbamos a dar el biberón y sino llevaba el chupete, el casco era más complicado, ponerlo era facil, pero que se quedara en su sitio era realmente complicado. 

En el momento que el avión comenzó a moverse le enchufamos el biberón, teníamos la lejana esperanza de que se durmiera con el biberón, evidentemente no ocurrió..., de hecho, el avión iba avanzando por la pista pero no despegaba todavía por lo que empezábamos a temernos que le habíamos dado el biberón demasiado pronto. De hecho antes del despegue ya había bebido buena parte del biberón y se había cansado de él. Por fin el avión se decidió a iniciar la maniobra de despegue, Axel iba con el chupete y le fuimos poniendo los cascos que no duraban demasiado, yo le tapaba los oidos con las manos y lo volvia a intentar. 

Acabó la maniobra de despegue, se apagó la luz de los cinturones y a Axel no le había estallado ningún tímpano por lo que la consideramos exitosa, ahora empezaba lo más duro, casi 2 horas intentando mantener a un niño de casi 2 años en un asiento. Por suerte Maite compró unas pegatinas cuya unica función era pegarse y despegarse, lo que mantuvo a Axel bastante entretenido gran parte del tiempo. Una azafata nos miró horrorizada en un principio pensando que ibamos a dejar eso pegado pero le aclaramos que eran de quita y pon. Al ser una compañia de calidad nos obsequiaron con una botella de agua y unas bolsitas de frutos secos, a Axel también le cayó un agua y, en su caso, una bolsita de mini-pretzels que degustó bastante bien (bueno, se comió 2).

Otro de los elementos que llevaba para entretener a Axel era la tablet. Aquí puntualizo que a Axel nunca mira pantallas mas allá de la tele, y solo Pocoyo o concierto de Foo Fighters y Red Hot Chili Peppers (le encantan). Por lo demas nunca ve nada en moviles ni tablets ni se las dejamos manipular. Para el vuelo hicimos la excepción de bajarle un par de cosas en la tablet con la esperanza de que, al ser algo nuevo para él, se entretuviera bastante, la verdad es que le gustó un rato pero tampoco tardó mucho en cansarse y empezar a intentar coger la tablet y mirar detrás a ver de donde salian esos animales que aparecian en pantalla. Entre mini-actividad y actividad intentábamos que se durmiera sin ningún éxito.

La verdad es que el vuelo pasó sorprendentemente rápido y antes de que nos diéramos cuenta nos estaban anunciando que llegábamos e iniciábamos el aterrizaje. Volví a atar a Axel y le puse el chupete y los cascos..., esta vez parece que no se los quitaba, y es que tal como se iniciaba el descenso Axel cerró los ojos, sí, eligió ese preciso instante para quedarse dormido... por fin. 

Despegue VS Aterrizaje

Pensábamos que al aterrizar estaríamos deseando salir del avión, pero con Axel dormido ya no había prisa, dejamos salir casi todo el pasaje y, tranquilamente, recogimos los trastos, montamos el carro y metimos al niño, que seguía durmiendo placidamente. La próxima vez que abriera los ojos ya lo haría en pleno centro de la ciudad.

Puro_Trap. Asiento de Axel.


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