viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo 352. "La guerra más corta de la historia"



Sonando: OGRE BATTLE (Queen)


Zanzibar, 27 de Agosto de 1896.

Khalid ibn Barghash entró en el gran comedor del palacio donde sus padres estaban desayunando, hizo una pequeña reverencia y esperó a que su padre le prestara atención. Barghash ibn Farok se secó los labios y se levantó de la silla mirando fijamente a su hijo y se quedó frente a él esperando las noticias que, sin duda, traia para él.

- Padre, madre, como ya sabreis vuestro sobrino el sultan Hamad ibn Thuwaini murió anteayer y desde entonces nuestra querida nación se encuentra huérfana de un auténtico lider - Khalid hizó una pequeña pausa para coger aire y continuó- , pues bien, os comunico que acabo de hacerme con el poder, el palacio en el que estamos es ahora nuestro y desde aquí regiré los destinos de la nación.

Barghash continuó impasible mientras se acariciaba la barba y dijo sin mostrar un apice de emoción:

- Muy bien hijo, ahora eres el nuevo sultan.
- Gracias padre -se apresuró a responder Khalid-.
- Pero dime, ¿a los ingleses les ha parecido bien?
- Bueno..., hay unos pequeños desacuerdos, pero seguro que los ingleses acaban claudicando - dijo el nuevo sultan rehusando la mirada de su padre.
- ¿Que pequeños desacuerdos?
- Cosas de estado padre, no creo que sea momento de discutirlo...
- Khalid - dijo su padre en tono inquisitorio alzando levemente la voz-.
- Verás padre..., hay unas desavenencias... - la voz de Khalid denotaba un ligero temblor-
- ¡ KHALID!
- Le hemos declarado la guerra a Inglaterra.

La madre de Khalid dejo escapar un grito ahogado mientras se tapaba la boca con expresión asustada, Barghash ibn Farok permanecía imperturbable.

- A ver hijo, ¿me estás diciendo que nuestro ejército se va a enfrentar a los soldados leales al anterior sultan, a los soldados británicos y a la flota marítima inglesa?.
- También tenemos el yate - respondió Khalid ibn Barghash apuradamente-.
- ¿Mi yate?, ¿con el que salgo de pesca los fines de semana?.
- Bueno padre, es un sacrificio necesario...
- ¡Fantástico!, ¡haberlo dicho antes!, mi yate contra un cruzero acorazado de clase Edgar HMS St George, un crucero protegido de clase pearl HMS Philomel, un crucero de clase Archer HMS Racoon y dos cargueros de armas. Antonia - añadió Barghash dirigiéndose a su esposa pero sin dejar de mirar a su hijo-, ya es oficial, tu hijo es tonto.
- ¡Pero padre! - dijo Khalid con un tono fingidamente escandalizado-.
- ¡Ni padre ni hostias!, ahora mismo vas a ir, y escribes un mensaje, telegrama, e-mail, whatsapp o lo que coño se escriba en el siglo XIX, disculpándote con la reina de Inglaterra y pidiéndole clemencia.

Khalid se quedó mirando fijamente a su padre con una mezcla de rabia e impotencia, mientras este se volvia a sentar a la mesa dando la discusión por terminada.

- Padre, yo soy el sultán - empezó a decir Khalid sin disimular un tono desafiante-, yo tomo las decisiones, las guerras no sólo dependen de los números, hay tácticas, hay más maneras de derrotar a los ingleses, además un zanzibariano que lucha por su sultan vale por 8 soldados ingles...

Un sonoro estruendo interrumpió la furiosa diatriba del sultan, que miraba asustado en todas las direcciones, siguió otro estruendo, y otro, y otro...

45 MINUTOS, 1 PALACIO DESTRUIDO, 500 SOLDADOS MUERTOS Y UN YATE HUNDIDO DESPUÉS, EN EL CONSULADO DE ALEMANIA...

Barghash ibn Farok esperaba impaciente sentado en un lujoso sillón del consulado alemán donde había pedido asilo, sabía que era cuestión de minutos que su hijo apareciera por la puerta, eso si conseguia salir con vida. No tuvo que esperar mucho, un sirviente anunció la llegada del ex-sultan Khalid ibn Barghash que entró en la sala con la cabeza gacha y se plantó frente a su padre.

- Muy bien hijo, ¿como va la guerra?.
- Diria que la hemos perdido -espetó Khalid con acusado tono de arrepentimiento-.
- ¿De veras?, vaya, y yo que pensaba que nuestro querido palacio se había venido abajo por las termitas... .
- Padre, ¡no podiamos plegarnos!, además hemos plantado cara, ahora saben que no somos tan fáciles de doblegar -Khalid fingia orgullo aunque le salia bastante mal-.
- ¡Imbecil!, he hablado con el secretario de guerra - dijo Barghash recuperando su peor tono de reprimenda-, han muerto 500 de nuestros hombres, y sólo ha habido un herido inglés, y parece ser que ha sido porque se le ha clavado una astilla.
- ¡Padre creo que está siendo injusto!

Barghash se levantó de su comodo asiento manteniendo la mirada intimidatoria, se acercó a su hijo, estiró el brazo izquierdo, lo llevó hacía atrás cogiendo impulso y lo dejo ir como un resorte, dibujando un arco perfecto en el aire hasta que impactó con la mano completamente abierta en la mejilla de su hijo, se dio media vuelta y salió de la sala.

Khalid ibn Barghash estuvo quieto unos minutos con la mano en su mejilla, se dirigió hacía una ventana sin despegar la mano de su rostro y contempló la inmensidad mientras deseaba con todas sus fuerzas que la herida de aquel soldado inglés, producida por una astilla clavada, se infectara y le provocara la muerte entre horribles sufrimientos.

Puro_Trap. Basado en hechos reales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta o muere