domingo, 28 de noviembre de 2010

Capítulo 321. "Londres día 2: Apatrullando la city"



Sonando: LONDON'S BURNING (The Clash)


"Kick out the jams motherfuckers!!!!", a las 7.30 en punto sonó la alarma y el equipo masculino se puso en pie (unos antes que otros). Tras ducharnos en un cubículo que se embozaba y donde los colores del agua fria y caliente estaban al reves, fuimos al gran comedor, que estaba en la puerta contigua a nuestra habitación. Habíamos quedado a las 8.30, pero las señoras no aparecieron, es por ello que decidimos ir desayunando, nos sentamos en una de las 3 mesas que componian el enorme salón comedor y nos dispusimos a disfrutar de los manjares que la cocina inglesa nos ofrecia, a saber: un zumo de botella, una taza de agua sucia, una especie de cosas insipidas con forma de tostada y algo similar a un huevo frito, y he de decir que a pesar del aspecto lamentable el desayuno estaba realmente... asqueroso. Cuando ya estábamos acabando, la señora india que se encargaba del comedor, haciendo gala de su exquisita educación británica nos hechó a patadas del comedor, con muy buenas maneras eso si, apenas tuvo que utilizar la violencia. Las chicas, representadas por Carol, empezaron a aparecer a las 9, mientras ellas desayunaban nosotros intentamos pasar las fotos, descubriendo que el windows 7 y las tarjetas SD no hacen demasiadas migas..., o sea que nos quedamos con las ganas de compartir las fotos.
Después del nutritivo desayuno fuimos a nuestro primer destino, el mítico Candem. Montamos un poco de show para sacar los billetes, pero tras una dura pelea lo conseguimos. Llegamos a Candem Town y a los dos pasos ya estábamos metidos en una tienda de camisetas, una chica se me acercó a preguntarme (en inglés claro) si necesitabamos algo, y yo le respondí (en inglés también..., o eso creia yo) que sólo estàbamos mirando, a lo que respondió "¿sois españoles?" (esto o era en castellano o mi entendimiento del inglés había mejorado mucho), efectivamente la chica era de Bilbao, y la otra dependienta también. Como si estuviéramos en casa acabamos palmando unas libras a cambio de sendas camisetas. Continuamos nuestro camino a lo que era propiamente el mercado de Candem, un sitio repleto de pequeños puestos de comida, tiendas de camisetas, discos, ropa y frikadas varias, un sitio que, de estar en Barcelona, seria una tumba para mis ahorros. Si de mi hubiera dependido, me hubiera quedado allí, no todo el día, sino directamente a vivir, me dedicaria a trabajar por las mañanas y a gastarme el sueldo por las tardes alimentándome unicamente de lo que la gente te va ofreciendo a probar por los puestos, Candem es un sueño (o una pesadilla) para todo friky musical (y no musical también, ?no Eric?). Me gasté la pasta en unos cuadros pequeños que algún día colgaré en mi piso e hice el descubrimiento friky del fin de semana: el lugar donde The Clash se hicieron la foto para la portada de su primer disco, evidentemente nosotros también nos la hicimos. Después de eso fuimos a una tienda llamada Ciberdog, que estaba presidida por dos robots gigantescos. Como dijo después Wiso, es una tienda donde cuando entras te dan ganas de pedir un cubata, ¿que venden?, cosas para cibergóticos, ¿que es un cibergótico?, pues un señor o señora que compra cosas en esta tienda. Se nos hacía tarde y decidimos ir a nuestro siguiente destino, cuando estábamos saliendo vimos un puesto de donuts de un señor que sólo sabía decir "One Fifty", que hubiera sido el sueño de Homer Simpson, nos comimos unos donuts y continuamos nuestro camino, en el trayecto cantamos "David el gnomo" junto a unas españolas y descubrimos un bar de tapas donde ponian flamenco, vamos todo muy típico londinense.
En el metro de Candem vimos un curioso cartel de aviso en el que nos decia que había 96 pasos hasta el anden..., epic fail, no contaban con que Carlos Turmo y yo los contariamos, había más de 96.
Nuestra siguiente parada era el Green Park, un parque, que como su propio nombre indica, era azul. Paseamos por allí y Eric y yo intentamos dar caza a un cuervo, ¿por qué?, por hacer algo. Vimos el Buckinham Palace, que nos dejó un poco frios y continuamos dirección Westminster no sin antes pararnos un cuarto de hora para fotografiar una ardilla. Vimos Westminster (sin llegar a entrar), caminando por los aledaños de la abadía Carlos Turmo hizo el chiste macabro de la jornada. Había en el suelo unas cruces pequeñas como homenaje a soldados muertos en diferentes guerras, al final del recorrido había algunas de estás cruces con fotos, a lo que Turmo, con su especial sentido del humor exclamó: "Mira un quien es quien".
Continuamos hacía las casas del Parlamento, aunque no teniamos muy claro que lo eran, desde allí veiamos también el "Big Ben" que no deja de ser un reloj alto. Pasamos por los "Victoria Tower Gardens", y de allí cruzamos el puente en dirección London Eye, lo cruzamos a pesar de que había un cartel que nos decía que la diversión estaba en dirección contraria, pero eso no nos detuvo.
Al otro lado del puente vimos un edificio transparente, el sueño de todo exhibicionista (para vivir) de todo voyeur (para mirar), también comprobamos porque los se utiliza tan poco el bus en Londres, y es que las paradas... ¡están al reves!, vamos que uno se sienta allí, se queda mirando a la pared mientras el bus pasa por detrás... .
El hambre empezaba a apretar y nos metimos en un garito llamado Aji Zen Canteen, que como os podeis figurar por el nombre es un restaurante de comida asturiana. El restaurante estaba bien, aunque la comida (unos enormes cuencos de sopa con diversos ingredientes) tenia aspecto de potada y te miraban mal si pedias cubiertos para no tener que acabar sacándole un ojo a alguien con los palillos (un atraso). Por suerte la comida estaba buena, porque si tenias que ir al lavabo mas te valia que no fuera una emergencia, porque el pasillo hacía el lavabo media aproximadamente unos 22 Kilometros (o su equivalente en millas que no me sale de los cojones calcular).
Salimos del restaurante, la siguiente misión era ir a la London Tower, pero eran las 16.15 y descubrimos horrorizados que la London Tower cerraba a las 17.00 en vez de a las 18.00 como pensábamos, o sea que decidimos dejarlo para el día siguiente y darnos una vuelta por el London Eye. Cuando vimos el precio y la cola, se nos quitaron las ganas de subir, y pensamos que ya iba siendo hora de ir a Piccadilly Circus a emborracharnos.
Subimos de nuevo al metro que allí se llama tubo, en inglés tube, o sea que Tumetro se traduce como Youtube. Con el poder de nuestras mentes, Carlos Turmo y yo conseguimos parar unas escaleras mecánicas, matando casi a la pobre Carol que iba delante nuestro. Llegamos a Leicester Square y decidí que ya iba siendo hora de contactar con el cantabro más internacional, Wiso, que se fue a Londres huyendo de según que gentuza y ahora se encuentra con que la gentuza le persigue. Compramos unos "suveniles" y Eric pasó un agradable rato eligiendo gorros junto a Raquel mientras Clara, Turmo, Carol y ibamos de expedición buscando un super.
Bajo el mítico cartel luminoso de Piccadilly Circus se produjo el reencuentro con Wiso pasados siete años de la mítica noche de la quesada en casa de Angelkabron (que además fue en Noviembre también). Wiso se ha convertido en un conocedor profundo de los barrios londinenses y gracias a su sabiduria llegamos a un pub inglés (que en Londres son pubs a secas) llamado "White Horse" (en castellano Bar Casa Pepe). Encontramos sitio sorprendentemente rápido y allí empezaron a caer las cervezas una detrás de otra, bueno, las cervezas y las cidars, que aprendimos a pedir correctamente gracias al camarero. Enseguida la cosa comenzó a degenerar (como no podía ser de otra manera), y aparecieron los complementos tipo peluca rosa, orejas de conejo, etc... . Comprobamos como Carol, al igual que Koothrappali de "The Big Bang Theory", en cuanto bebe un par de copas habla por los codos, siguiendo con las comparativas con personajes de series, durante todo el fin de semana Carol nos demostró que también se asemeja a Barney Stinson porque no hay manera física de que salga mal en una foto.
La tarde se alargó un poco, vamos se alargó hasta la noche, de hecho a eso de las 12 nuestras tripas empezaban a rugir. Pensamos que para acabar la odisea culinaria del día seria buena idea comernos unas pizzas de cartón en un garito cutre que no tenia lavabo, por lo que Clarita y Eric tuvieron que vivir una aventura en la que pasaron por un McDonalds para acabar en un bar pijuno donde finalmente consiguieron aliviar sus respectivas vejigas.
El equipo empezaba a estar bastante derrotado (a la par que alcoholizado) y decidimos irnos al hotel, nos despedimos de Wiso que volvió a su querido barrio portugués y nosotros comenzamos a caminar hacía nuestros aposentos ya que el metro estaba un pelín cerrado. Pasamos por un callejón, en el que había un garito que se anunciaba como "Spanish, tapas, fiesta", un reclamo altamente cutre que bastó para que Carlos Turmo y yo nos separáramos del grupo, que continuo hacía el hotel mientras nosotros alargábamos la noche. En este sitio nos dejaron entrar, aunque cuando el portero examinó la bolsa de Turmo con los complementos estuvo cerca de arrepentirse. Bebimos una mediana Estrella (que en Inglaterra se llama "Estrella Damm Barcelona") y bailamos Shakira y reggaeton, un final de fiesta lamentable para dos tipos lamentables.
Cuando ya estábamos próximos al suicido decidimos volver al hotel, dando un paseito desde Piccadilly Circus a Marble Arch a pie, mientras Carlos Turmo pedía constantemente que cogieramos una bici siendo mi respuesta siempre negativa. A eso de las 3 llegamos al hotel, cansados pero sanos y salvos, nos fuimos a dormir enseguida que en pocas horas teniamos que estar, de nuevo, en píe.

Puro_Trap. Dame más gasolina.

2 comentarios:

  1. Jajaja, yo también vi esos carteles de "Diversion" cuando estuve en Edimburgo (en Londres no me fijé que los hubiera) Lo más gracioso es que cuando nos volviamos nos encontramos con uno que ya lo decía claro "Diversion End" Ohh, como dijo Carlos Puebla "Se acabó la diversion..."

    Un saludo.

    Eva

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  2. Nosotros también vimos ese cartel de "End of diversion" e incluso nos hicimos una foto a su lado con cara triste, jaja

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